CHILES EN NOGADA, SÍMBOLO PATRIO.
Los chiles en nogada, han sido llamados el «platillo poblano por excelencia». Internacionalmente reconocidos como uno de los más finos y representativos platillos de la alta cocina mexicana.
Se sirven durante los meses de julio, agosto y septiembre, en virtud de que la nogada que se prepara para su elaboración, a base de nuez de castilla, se cosecha durante estos meses, al igual que la granada, lo cual condiciona el alto costo del platillo.
Según el buen, pero excesivamente fantasioso, Don Artemio del Valle- Arizpe el platillo fue producto de la inspiración espontánea de unas monjas en Puebla, quienes recibieron con él al General Iturbide y al ejercito Trigarante en el día de su santo.
Como sea que haya sido, la verdad acerca de los beneméritos Chiles en nogada, que hoy son considerados símbolo nacional y motivo de vehemente fervor patrio, es que han sido producto de la constante evolución histórica que a lo largo del tiempo ha tomado distintas formas e incorporado diferentes elementos según la región y la época.
Por ejemplo, capear y freír los chiles en manteca de cerdo es considerado en la capital de mal gusto, relacionado a comida rural o de pobres, por lo que, con tal de hacer una versión light, en la ciudad no se capean. Sin embargo, esta impostura en Puebla, constituye una falsificación y una herejía.
Finalmente, algunos investigadores señalan que la receta de la nogada cremosa con la que se recubre el chile se introdujo escurridizamente en la cocina mexicana y es posible rastrear sus orígenes en la prestigiosa tradición culinaria de Francia.
Cuál entonces es la receta que se acerca más lo auténtico?
Todas y ninguna, claro está.
Receta: