ESPECIES ENDÉMICAS DE LA SELVA LACANDONA
Las entrañas de esta enigmática y hermosa selva chiapaneca, son hogar único de varias especies animales, vegetales y florísticas. Esta flora y fauna del lugar se ha vuelto parte importante de la identidad de la Selva Lacandona y del estado de Chiapas como tal, quien es ahora la entidad protectora de estas especies. Lamentablemente, muchas de las especies endémicas de la selva se encuentran en peligro de extinción y es responsabilidad de todos mantener esta diversidad natural a salvo. Conoce más a cerca de tres de las especies originarias de la Selva Lacandona que te sorprenderán con su belleza.
1. El jaguar o Panthera onca.
Símbolo importante de varias civilizaciones prehispánicas, este gran felino se encuentra en peligro de extinción y parte importante de su población vive en la Selva Lacandona de Chiapas. Para conservar esta especie, los científicos de la región con ayuda de instituciones gubernamentales han realizado varias tareas para conocer las necesidades de estos mamíferos y mejorar su calidad de vida. Una de las tareas que han realizado es el conteo exacto de los jaguares que albergan la Selva Lacandona. Esto fue posible colocando 40 cámaras que fotografiaron a los jaguares y a través de los patrones de sus manchas se logró llegar a un número aproximado de 115 jaguares (2 a 5 jaguares por cada 100 km2). Esto asegura que el hogar de los felinos más grandes del reino animal aún está en condiciones de alojarlos por más tiempo del que se creía; sin embargo, las entidades protectoras de estos animales no deben bajar la guardia y trabajar para extender la población de esta especie.
2. Lacandonia schismatica.
En 1985, el biólogo mexicano Esteban Martínez tomó una fotografía de una planta completamente traslúcida de 5 cm de largo, cuya flor sólo tenía 2 mm de diámetro. Tras varias investigaciones, se descartó que esta especie fuera un hongo y se supo que en realidad se trataba de una flor distinta a cualquiera antes vista. Su composición de hermafrodita era diferente en cualquier sentido, ya que sus órganos reproductores se encontraban por dentro de su tallo, cuando todas las especies de flores llevan sus estambres por fuera. El catalogar a esta peculiar flor fue muy difícil para los científicos y su descubridor, ya que no obtuvieron el apoyo de investigadores de otros países para validar que se trataba de una especie “nueva”. Fue hasta 1988, cuando investigadores de la UNAM se sumaron al estudio de este espécimen y lograron obtener toda la evidencia necesaria, que se declaró a la Lacandonia como una nueva familia de plantas. Biólogos se han adentrado en la selva guatemalteca en busca de más ejemplares de esta familia, sin embargo sus investigaciones no han tenido muchos frutos. Hace uños años, en Brasil, se descubrió la que podría ser Lacandonia brasiliana, ya que posee varias cualidades similares a la schismatica. El descubrimiento de esta familia floral es un gran paso para la botánica en México y es sólo una minúscula parte de los enigmas naturales que alberga la Selva Lacandona. Esta especie se encuentra en gran peligro ya que, al día de hoy, sólo hay cerca de 20 plantas en el crucero Corozal de la selva chiapaneca.
3. Guacamaya roja o Ara macao.
Esta majestuosa ave es una de las víctimas de la captura y el tráfico ilegales de animales en México. Gracias a su hermoso color y escasez en la naturaleza, la guacamaya roja se cotiza en el mercado negro desde los $40,000 pesos mexicanos colocándola en el top de especies en peligro de extinción. Este grave delito se condena hasta con 9 años de prisión y entre 300 y mil días de multa por el equivalente. Sin embargo, la reserva más grande de esta ave se encuentra en la Selva Lacandona y poco a poco se ha ido recuperando en número gracias a la extenuante labor de sus protectores. De hecho, en Oaxaca se han registrado visualizaciones de esta especie en las selvas de la región, lo cual mejora el panorama para las guacamayas rojas. Es importante el monitoreo de estas aves ya que sólo se aparean cada uno o dos años y, en promedio, sólo una de las pocas aves que nacen llegan a edad adulta. Esta ave se caracteriza por su plumaje rojo escarlata en todo su cuerpo con detalles en color amarillo y azul claro. Otros distintivos son su falta de plumaje en el rostro y sus patas color oscuro, así como su tamaño de casi un metro. Su alimentación es rica en frutos que se encuentran únicamente en las selvas americanas más frondosas, de ahí la importancia de su estancia en la Selva Lacandona y la prevalencia de la misma.
Así como estas especies en los reinos de la flora y la fauna, hay muchas otras que necesitan el cobijamiento de su hábitat natural que es la Selva Lacandona. El calentamiento global, la caza ilegal de animales, la invasión de áreas protegidas y muchos otros factores retrasan la labor de procreación y protección de dichos animales para que salgan de peligro de extinción. Visita la Selva Lacandona en Chiapas para conocer estas maravillas que ofrece la naturaleza y ayuda a crear conciencia sobre las vidas y existencia de estos seres vivos.